Situado en las montañas orientales de Cantabria, el Valle del Asón, es sin duda uno de los lugares más agrestes, espectacular y de mayor belleza de la región. Desde Irún, Donosti, Zarautz y Bilbao viajamos hasta Laredo donde tomamos el Hamaiketaco (creo que ya he aprendido a pronunciarlo). Nuestro primer destino fue Arredondo, lugar que ostenta el apelativo de “la capital del mundo”. No es una cuestión de soberbia, sino que la afirmación tiene una explicación, vinculada a los indianos que volvieron de sus aventuras en las Américas y otras partes del globo y, además de casonas con grandes solanas acristaladas (un lujo que solo se podían permitir unos pocos) y palmeras, trajeron sus coches. Sus matrículas, de aquí y de allá, fueron un fenómeno muy comentado a principios del siglo XX. Centro Ictiológico En Arredondo visitamos su centro Ictiológico (la ictiología es una rama de la zoología dedicada al estudio de los peces), se ubica en el edificio de un antiguo molino hariner...