ESTANYS DE BACIVER
Son casi las nueve treinta de la mañana y en el punto de encuentro estamos preparados para salir los componentes de los días anteriores más los nuevos compañeros, en total el grupo llega a las veintena de personas. Para algunos miembros ya está olvidada la lluvia del jueves que nos impidió completar el programa previsto.Nos desplazamos desde Vielha hasta el aparcamiento de Orri, en Beret, y, desde aquí, empezamos la caminata por el sendero que nos conducirá hasta el estany de Baciver. Nos acercamos a ver "eth gúelh deth riu Malo" y seguimos en ligera ascensión hasta llegar a un punto donde observamos los "arcos" y, un poco más adelante, pasamos por la Bassa del riu Malo. A algunos ya se les estaba atragantando la subida y esperaban que esta pequeña "bassa" fuera el primer objetivo de la excursión.
Después de un repecho llegamos al estany de Baciber, lugar que aprovechamos para descansar y comer algo. Mientras lo hacemos hay unos abandonos por parte de algunos miembros y miembras -como diría aquella- del equipo, en algún caso previsto, en otros reconociendo que ya era suficiente. El resto del grupo seguimos todos juntos en buen equipo, en total los justos para poder hacer un equipo de futbol, eso si, sin posibilidad de hacer ningún cambio
El camino progresa entre pinos negros, plantas y bonitas flores. Entre las flores que vamos viendo hay una que destaca, y que a estas alturas de verano es extraño encontrar, el árnica montana.
Llegamos al estany de Rosari, lo vamos bordeando y admirando sus aguas tranquilas. Pasamos entre un hato de caballos hasta un pequeño lago, la cima de nuestra excursión, a 2300m., desde donde las vista nos permite ver el Macizo de las Maladetas, con el Aneto (3404), más al fondo, Maupas, Crabiulles y Quayrat, los tres con más de tres mil metros de altitud, y buena parte del Valle, hasta Vielha. Conocemos el nombre de las montañas que cierran el circo, Vaqueira, Tucs de la Llança, Rosari, Marimaya y Saumet.
En este punto nos felicitamos todos por haber llegado y disfrutar, no sólo del paisaje, también de los compañeros.
El cielo se llena de nubes que nos libran del calor del sol. Nos acercamos hasta el Rosari superior donde aprovechamos para come, platicar y descansar un rato.
El descenso lo hacemos monte a través hasta llegar a la cola del Estany de Baciver.
Seguimos descenso por otro camino diferente al de la subida hasta que llegamos al aparcamiento.
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