BANHS DE TREDOS A PONT DERA MONTANHETA
El día de hoy se ha presentado con un precioso cielo azul y algo fresco,
temperatura ideal para salir al monte. El grupo de hoy estaba formado,
mayoritariamente, de belgas y de Benidorm. Las edades de los componentes de la cáfila de hoy va desde los ocho años de
Salva hasta los cincuenta y cinco míos.
El
equipo de hoy lo componéis Salva, Carolina, Remei, Carlos, Melissa, Bernard,
Lisette, Katheleen y Quentin. Sois muchos los debutantes en estas salidas, vais
solos pero enseguida os relacionáis y creáis un buen ambiente de amistad.
Desde
el hotel, nos hemos desplazado hasta los Banhs de Tredòs. El
recorrido en coche por el Valle de Aiguamox es entre prados
llenos de flores. La verdad es que estaban
preciosos. Bernard, al llegar al aparcamiento, ha destacado lo bello que se
encuentra el Valle.
Explico ciertas normas
de comportamiento durante la marcha y la historia de los Banhs de Tredòs, de
donde parte el sendero. A lo largo del camino hemos ido
conociendo plantas y flores y, en algunos casos, sus propiedades
medicinales. Hemos visto y departido, principalmente, de la Genciana lutea y Árnica Montana.
La parada en la cascada
es obligaba para deleitarnos de la caída del agua y, como no, hacer las fotos
pertinentes. Continuamos camino arriba, siempre por el bosque, ahora algo
alejados del río, entre rododendros hasta llegar a las Aigues Tortes
ofreciéndonos una vista bonita y, a la vez, idílica de las aguas, el prado y el
bosque. Nos quedamos un rato contemplándola, conociendo los bonsáis y haciendo
fotos.
Salva, el benjamín del
grupo, me ayuda en las labores de guía, e incluso, en algunos momentos ejerce
de guía principal diciéndonos que ruta tomar o en donde parar y cuando arrancar
la marcha.
En
breve llegamos a lo alto de una roca convertida en mirador desde donde vemos
como las aguas se tuercen dándole el nombre a esta zona, Aigues Tortes.
Este
lugar se encuentra a 1800m de altitud. En este piso, el subalpino, está ocupado
por pinares de pino negro (Pinus uncinata),que es el único árbol capaz de
soportar los rigores climáticos propios de alturas comprendidas entre los 1.600
y 2.300 metros, donde aproximadamente se enmarca este piso.
El
pino negro crece muy despacio y puede llegar a vivir hasta 600 años, es muy
resistente, teniendo que soportar temperaturas extremas entre el invierno y el
verano.
No
es raro ver algunos ejemplares retorcidos y maltrechos en fisuras de rocas y
canchales, los bonsáis en la naturaleza, que a pesar de su reducido porte
pueden tener la misma edad que los que hay desarrollados a su rededor. El
sotobosque del piso subalpino está constituido principalmente por rododendros,
arándanos, árnica, diversos helechos y alguna orquídea.
El
piso montano húmedo está ocupado por hayedos y abetales, que se sitúan entre
los 1.000 y 1.800 metros. Normalmente los abetos pueblan las zonas mas altas de
este piso, en esta zona se mezclan con el pino negro formando bosques mixtos.
Los
mosquitos se ceban con los belgas, nos se, a lo mejor es por que algunos son de
Flandes. Es impresionante las tortas que Bernard le da a los mosquitos y de
paso la recibe el mismo.
Seguimos camino
sorteando zonas embarradas, unas veces por pasarelas de
madera, otras haciendo equilibrios para no mojarnos ni manchar el calzado de
barro, hasta llegar al Pònt dera Montanheta y
regresar por la pista.
Aprovechando la
amplitud de la pista, se forman grupitos
marchando en animada plática, conociéndose y haciendo nuevas amistades.
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