De excursión con Kutxabank a Tudela, Monasterio de Tulebras, Tarazona
De
buena mañana, a las 7’15 h , salíamos desde la Plaza del Ensanche, en Irún,
dirección a Donosti a recoger el resto del pasaje. Muchas personas conocidas,
la mayoría.
Salimos
puntualmente y en poco más de dos horas estábamos en Tudela donde hicimos el
hamaiketako y donde nos recogió Conchi, una excelente guía de la zona.
Tudela se encuentra al sur de Navarra, la segunda
ciudad en extensión e importancia del territorio foral. En
ella convivieron, durante más de 400 años, musulmanes, judíos y mozárabes,
quienes imprimieron a la ciudad un mestizaje cultural reflejado en sus
monumentales edificios y del que será testigo al pasear entre sus callejas
retorcidas, pasadizos, murallas y atalayas.
Empezamos
la visita en la la plaza de los
Fueros, punto de transición entre la ciudad antigua y la moderna, es
uno de los centros de reunión preferidos de los tudelanos. Construida en 1687,
fue coso taurino, dispone de quiosco central y las fachadas de las casas que la
circundan muestran escudos heráldicos de las poblaciones de la Ribera de
Navarra. Recorrimos Tudela a pie, para encontrarnos con la historia.
La
joya artística de la ciudad es la catedral de
Santa María, construida hacia 1180 sobre los restos de una antigua
mezquita; es monumento nacional desde 1884, tiene bella portada y
claustro románicos y una luminosa nave central gótica. Destaca también la capilla
de Santa Ana, trabajada en barroco churrigueresco y restaurada en 1948.
Sorprendente
es la arquitectura civil de la ciudad, cuyas calles están protegidas por
casonas, palacios y edificios con solera como el palacio del Marqués
de San Adrián (XVI), Otro alcázar descansa sobre una de las atalayas que
rodean la ciudad. Se trata de la Torre Monreal,
la primera cámara oscura de Navarra que regala al visitante panorámicas espectaculares
de la ciudad.
También
es tierra de fiestas y tradiciones. Festeja a su patrona, Santa Ana,
del 24 al 30 de julio, y son de interés histórico cultural las fiestas
conocidas como El Volatín y
la Bajada del Ángel,
que se celebran en Semana Santa.
A
las 14 horas estábamos sentados entorno a la mesa para comernos las
pitanzas que nos habían preparado en el
prestigioso y céntrico Restaurante
Remigio.
Monasterio
de Tulebras
El
primer cenobio femenino de España, dedicado a Santa María de la Caridad, se
fundó inicialmente en Tudela en 1149 con el nombre de Santa María de las Dueñas
y en 1157 se trasladó a Tulebras, una localidad de apenas 100 habitantes
situada a 3 kilómetros de Cascante. Su etapa de esplendor coincidió con el
siglo XII y el declive llegó entre el XIV y el XV con la destrucción del pueblo
por los castellanos, incluido el monasterio.
La
visita al monasterio nos la hizo la Hermana María Luisa y nos permitió
conocer la iglesia y el museo. La iglesia cisterciense, del siglo
XII, es de nave única y ábside semicircular con cubierta de bóvedas
estrelladas, construidas en el siglo XVI en sustitución de las primitivas. Nos
fijamos en una gran mesa de altar del siglo XIII y en la imagen de la Virgen de
la Caridad, de estilo gótico (XIV), y en el exterior, observamos con detalle la
pequeña portada románica del lado del Evangelio.
El museo,
situado junto a la iglesia, posee una interesante colección de arte sacro de
los siglos XVI, XVII y XVIII. Entre los tesoros que guarda hay valiosas tallas,
pinturas, retablos, mobiliarios y piezas de orfebrería, una pintura sobre la
Santísima Trinidad, de Jerónimo Cósida, y el retablo pintado acerca de la
Dormición de la Virgen, una curiosa y original manera de representar este
pasaje bíblico.
Las
religiosas elaboran exquisitas pastas caseras que venden allí mismo junto con
miel artesana y productos de cosmética natural.
Dimos
un paseo por Tarazona descubriendo el monumento a Paco Martinez Soria; la Plaza
de Toros Antigua, La fachada del Ayuntamiento y el Barrio de la Juderia. Para
más información de la ciudad AQUÍ
PARA
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