CAMINANDO POR BLANHIBLAR - BERET
El Val d’Aran a nuestros pies
A primera hora de la mañana nos reunimos Cruz, Dani y yo. El día se presentaba caluroso, queríamos hacer una caminata suave donde no nos apretara la calor. Nos dirigimos a Beret para disfrutar de una ruta de altura, a 2.200 metros con sus suaves y agradables temperaturas típicas de la alta montaña, se presenta como la mejor alternativa.
Llegamos a la altiplanicie de Beret, a
1860 m/alt., aparcamos, nos colocamos el calzado de montaña y nos colgamos las
mochilas a la espalda. Atravesamos el joven rió Noguera Pallaresa que tiene
su cabecera en Beret.
Les explico quel Pla de Beret tiene unos
4 Km de longitud, desde los ojos del Garona, uno de los afluentes que forman el
Garona, hasta la cabaña de los Gavatxos, está cubierto de prados naturales, los
más extensos del Aran. Hay mucho ganado, principalmente vacuno y caballar.
Con el
telesilla Blanhiblar accedemos a la montaña que le da el nombre al
remonte, hasta los 2235 m/alt. Una vez arriba es el punto de partida de
infinidad de rutas por recorrer.
Nos desplazamos hasta la terraza de la pequeña cafetería para contemplar las
vistas hacia el Pla de Beret, Dossau, Tuc de Bacivèr, Tuc de la Llança,
Baqueira y parte de las montañas aranesas del Parque Nacional, las de Saboredo,
Ratera, las de Colomers hasta el Montardo.
Empezamos a caminar por improvisando
nuestra ruta. Damos la vuelta a la montaña, atravesamos un canchal y llegamos
hasta un hermoso lugar, las Arròques de Maciá, que nos ofrecen unas magnificas
vistas del Valle con los pueblos de Bagergue, Unha, Salardú, Gessa, Arties,
Garos, Escunhau, Betrén y Vielha. Al fondo el Macizo de la Maladeta con el
Aneto. El paso por el peñascal ha sido, por parte de algún miembro del grupo,
un poco dificultoso, pero bueno, el esfuerzo tiene su recompensa.
Continuamos la marcha, ahora en ligero
descenso por prados alpinos hasta la Pleta de Maciá donde se encuentran las
ruinas de la “cabana de Bagergue”, subimos a un alto que nos permite ocultarnos
de la vista de las marmotas y poderlas observar hasta que, por el griterío y la
euforia, se han ocultado. Hemos aprovechado el lugar para hacernos unas bonitas
fotos.
Llegamos a otro punto del recorrido donde
nos recibe una yeguada y bajo nuestros pies tenemos el valle del Unhola, vemos la collada
de Varrados y el Tuc d'Armeros. Continuamos, ahora adentrándonos hacia la
montaña, para pasar junto a dos pequeños lagos, los “estanhs dera Serra”, en
Costarlhas.
Seguimos sendero hasta el Ticó Redó, una
montaña que sobre sale en la Serra de Bagergue, y que la bordeamos siguiendo el
“arriu dera Serra”. Descendemos por caminos que hace el ganado y coincidimos
con el sendero marcado por la estación hasta el camino ancho que utilizan los
vehículos, lo que nos permite ir en alegre conversación.
Nos hemos entretenido, durante el
recorrido, en explicaciones, fotos, platicar, ect. y, con todo y con eso, hemos
pasado una agradable mañana.
En la terraza de la cafetería de Beret
nos esperan unas “merecidas”




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