Con Kutxabank viajando a Santoña
Santoña es un municipio
de profunda vocación marinera. Su historia y sus gentes han estado siempre
ligadas al mar y a insignes marineros. El ejemplo más significativo es sin duda
Juan de la Cosa, cartógrafo fundamental en el descubrimiento de América y gran
conocedor de los temas marineros.
Santoña está considerada también como el
lugar donde se construyó la carabela "Santa María".
El puerto santoñés ha sido
históricamente uno de los más destacados de Cantabria. Su volumen y su
importancia fueron utilizados incluso, en 1774, en un pleito con Santander para
ostentar la capitalidad de la región. El puerto moderno data de hace 150 años y
en la actualidad ocupa el segundo lugar en cuanto a volumen y valor de la pesca
desembarcada, sólo superado por el de la capital regional.
Geográficamente, Santoña está dividida en
dos zonas bien diferenciadas: una llanura, donde se asienta el casco urbano y
una zona montañosa donde se alza la ladera del Brusco y el Buciero. La punta
del Brusco la separa de Noja con una división natural que da paso en el litoral
a la abierta y semi-salvaje playa de Berria.
El primitivo monasterio dio paso tiempo
después a la iglesia de Santa María del Puerto, que constituye en la actualidad
su mayor valor patrimonial. Fue construida entre los siglos XIII y XVII,
eminentemente gótica aunque con reminiscencias románicas, y alberga en su
interior el retablo de San Bartolomé con pinturas flamencas del siglo XV (es
uno de los más importantes de España).
Sin embargo, tal vez su más significativa
seña de identidad sea la Reserva Natural de las Marismas (en la
desembocadura del Asón). Un espacio protegido que cuenta con ricos y
variados ecosistemas que dan cobijo de forma estacional o permanente
a gran variedad de aves acuáticas.
Y es que, en Santoña todo tiene que ver con
el mar. Desde sus extraordinarias playas que ofrecen al visitante un ambiente
tranquilo, a su vida cotidiana, desarrollada en base al sector pesquero y una
relevante industria conservera, hasta sus más populares fiestas -los carnavales
marineros-, que constituyen uno de los festejos de más colorido de la región.
Obviamente, los productos del mar y las conservas de pescado son también
la base de su gastronomía.
En la actualidad, Santoña es el primer
puerto conservero del Cantábrico y posee el récord mundial de pesca. Su
industria se basa sobre todo en la comercialización de bonito y las famosas
anchoas. Santoña ostenta el título de cuna de las anchoas en aceite de
oliva.
Después nos acercamos al Observatorio del
Arte de Arnuero para conocer los oficios tradicionales de los habitantes de
esta comarca de Trasmiera. Este nuevo Centro de Interpretación nos habla
de uno de los rasgos más identitarios de la comarca de Trasmiera: los artífices
trasmeranos. Un grupo social que se convirtió en uno de los fenómenos más
notables de la arquitectura española de la
Edad Moderna, porque
llegaron a existir poblaciones enteras de esta histórica comarca dedicadas a
los oficios de arquitectura, cantería, escultura, campanería, etc.
Almorzamos en Isla, lugar famoso por su
gastronomía ligada al mar Cantábrico.
Liberasen, capital del municipio del mismo
nombre, su conjunto urbano, declarado de interés histórico-artístico
nacional en 1978, concentra una valiosa arquitectura clasicista de
los siglos XVII y XVIII, fruto del auge económico que la fábrica de artillería
propició en ese período en la comarca.
El núcleo urbano está asentado a los pies
de dos pequeñas elevaciones: Marimón y Cotillamón (conocidas
popularmente como "Las Tetas de Liérganes" por su parecido
antropomorfo).
Liérganes y su historia están ligados
a la leyenda del Hombre-Pez, que como todas las
leyendas tiene algo de real (su protagonista, Francisco de la Vega) y algo de
ficción (su variado final). Francisco de la Vega nació en la localidad en 1660
y, tras arrojarse al río Miera, desapareció en el Cantábrico. Cuentan que fue
localizado años después, perdida la razón y el habla, en la bahía de Cádiz.
La parte vieja de Liérganes (El Mercadillo) es conjunto histórico-artístico
e incluye, además de las casonas populares, el Palacio de Rañada o Cuesta-Mercadillo, la iglesia de San
Sebastián, la parroquial de San Pedro Ad Víncula, las casas de los Setién y los
Cañones, las capillas del Humilladero y el Carmen y el puente nuevo. A pesar de
la indudable relevancia de este conjunto, el monumento más importante del
municipio es el museo-palacio de Elsedo, en Pámanes.
Podemos destacar también, ya en otras
localidades, la Cruz de Rubalcaba o el palacio de San Jorge, en Tarriba.
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